Satisfacer los deseos de mis nuevas compañeras de cuarto universitarias vestidas de abaya

Después de mudarme a mi nuevo dormitorio, llego al oro cuando conocí a mis dos nuevas compañeras de cuarto.Eran el epítome de lindos y adorables, siempre enfundados en sus abayas, agregando una capa extra de misterio a su atractivo.No tardó en notar sus deseos insaciables, y estaba más que dispuesto a cumplirlos.Un fatídico día, después de un largo día en la universidad, encontré a una de ellas sola en el dormidero, con los ojos anhelando más.No perdí tiempo en desvelar mi paquete, una gran polla que la dejaba jadeando de asombro.Ella me tomó con ansias en su boca, sus manos explorando cada centímetro de mí.Luego la ubiqué en el sofá, su culo en el aire, y comenzó a follarla por detrás.La otra compañera de cuarto, sin querer perderse la acción, se unió, sus labios trabajando magia en mi miembro palpitante.Pronto, ella se agacho, su coño siendo rasurado mientras la otra chica me cabalgaba al estilo vaquera.Nuevos jóvenes, de 18 años, entrelazados en unos cuerpos retorcidos de placer.